Las historias más emotivas de los Juegos Paralímpicos de Tokyo 2020
| Redacción Marca Claro
A lo largo de los Juegos Paralímpicos de Tokyo 2020 no solo tuvimos atletas que nos sorprendieron con sus hazañas deportivas, sino que también pudimos ver y escuchar historias que nos tocaron el corazón, historias de cómo hubo ciertas circunstancias que le cambiaron la vida a los ahora protagonistas de los Juegos. Pero lo más importante de estos relatos es que son de resiliencia y superación personal ante cualquier adversidad. Aquí compartimos algunos de los momentos más conmovedores de esta justa veraniega.
Comenzando por lo sucedido en la Ceremonia de Inauguración. La delegación de Afganistán, que estaba conformada por dos atletas, no pudo estar presente en el primer día de Tokyo 2020 debido a las circunstancias que se viven actualmente en territorio afgano. Sin embargo, en aras de enviar un mensaje de paz y solidaridad, se decidió que, por primera vez en la historia, una delegación sin deportistas presentes desfilara en la apertura de los Juegos.
El amor no podía dejar de ser parte de los Juegos y en esta ocasión se hizo presente en el Estadio Olímpico de Tokio, pues al terminar una de las series clasificatorias de los 200 metros T11, Keula Nidreia Pereira, atleta de Cabo Verde, recibió una muy importante pregunta hecha por su guía Manuel Antonio Vaz. Con una rodilla al suelo y la sortija lista, la velocista le dio el muy preciado ‘sí’ a su pareja con la que además de compartir una vida íntima, comparten metas profesionales.
Quizás la historia de superación más trascendental que vimos en estos Juegos es la de Susana Schnarndorf, la triatleta que completó 13 competencias ironman antes de que se le diagnosticara Atrofiación Multisistémica, una padecimiento neurológico que hizo que abandonara el deporte del que se enamoró desde los 16 años. La brasileña cuenta que cayó en una fuerte depresión y que hubo semanas en la que ni siquiera se levantaba de la cama. Pero gracias a que tuvo una sesión de rehabilitación en un gimnasio donde se practicaban disciplinas adaptadas, comenzó en la natación paralímpica, el resto, es historia.
Otra de las historias que llamaron la atención fue la de la madre e hija que representaron juntas a la delegación de Brasil. Esa es la historia de Jane Carla Rodrigues, jugadora de tenis de mesa y Lethicia Rodrigues, arquera del seleccionado de la nación carioca. Su lazo es aún más especial porque, a pesar de que ahora Lethicia es parte del seleccionado de tiro con arco, el deporte en el que su hija Jane Carla está debutando en Juegos Paralímpicos es el mismo al que ella le dedicó tantos años en su vida, el tenis de mesa.
Un día puedes estar aprendiendo de alguien y si tienes suerte puedes llegar incluso a conocerla, pero si trabajas duro, puedes hacer lo que hizo Haven: competir al lado de su ídolo en Juegos Paralímpicos. La nadadora americana, pero vietnamita de nacimiento tuvo la fuerza y el valor de superar las circunstancias adversas que la vida le forzó vivir, así lo hizo con el apoyo de su familia adoptiva, conformada por otros atletas que practican el deporte adaptado. Gracias a su determinación y el amor de su familia, logró su sueño de nadar en una justa paralímpica al lado de Jessica Long, la inspiración de su carrera.
Uno puede ser jóven, tener planes y sentirse muy cómodo con su entorno, pero en un instante, puede cambiar todo a tu alrededor, pero el cómo te enfrentas a esos cambios impuestos muestra el verdadero carácter. Eso nos lo enseñó Philip, el arquero paralímpico sudafricano que, después de perder parte de su pierna en un encuentro con un hipopótamo mientras trabajaba como guía turístico en su país, se decidió por no dejar que eso lo derrotara. Así que tomó el arco y la flecha, y a sus 50 años, participó en sus primeros Juegos representando a la delegación sudafricana.
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